A los sensores táctiles se les pueden asignar diferentes funciones para control, conmutación y regulación. Se pueden, por ejemplo, guardar y activar escenarios de luz, conmutar y regular lámparas o subir y bajar persianas. Si cambian los requisitos, basta con reprogramar la asignación de las teclas. La cantidad de funciones que se pueden guardar en un sensor táctil depende del número de teclas de las que este disponga. Para una asignación clara de qué se controla con qué, es posible rotular cada tecla.